martes, 28 de enero de 2014

La tricotilomanía no es una enfermedad genética

Si hay algo de lo que estoy segura es que la tricotilomanía no es una enfermedad genética. No nacimos arrancándonos el pelo. Eso me da mucha fuerza, porque significa que tal como llegó, la enfermedad puede irse. Y debe hacerlo. Creo que, como todo padecimiento, la tricotilomanía tiene un comienzo. Nuestra tarea es descubrir qué la originó y por qué razón es que de un momento a otro tuvimos la necesidad de arrancarnos el cabello. Pienso que identificando ese hito, será posible comprender nuestros hábitos y combatirlos. Tengo fe en que todo lo que han producido las personas puede ser modificado por esas mismas personas. Mucha suerte y tengan fuerza y esperanza, no hay mal que dure cien años.

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